Estamos felices por ellos porque ya empezaron con sus actividades académicas presenciales. Estamos de regreso. A pesar de todo el esfuerzo que pusimos en hacerlo desde la virtualidad, nada reemplaza la vivencia de la enseñanza y el aprendizaje dentro del aula de clase. Volver a decirles «¡Qué bien lo haces!», y verles el empeño, la disposición y la felicidad con la que trabajan y socializan, no tiene precio. Volvimos, y aquí una pequeña muestra de cómo lo estamos haciendo aferrados a nuestro protocolo de bioseguridad.